lunes, 9 de noviembre de 2015

Descubre el sushi: rico y sano

En estanislaoberruezogarcia.blogspot.com nos preocupamos mucho por mantener una alimentación rica, variada y sana. El lema "somos lo que comemos" es un leitmotiv de este blog.

Podemos poner muchos ejemplos de ellos como este post donde se ensalza el consumo de verduras o el más reciente que dedicamos a los alimentos procesados: "qué son y por qué deberías evitarlos" y hoy, ahondamos un poquito más en una alimentación sana hablado sobre el sushi con datos objetivos sobre sus beneficios nutricionales.

Sushi, razones para consumirlo

La primera y mejor razón que se puede dar a alguien para que pruebe el sushi es que está muy bueno. Makis, nigiris...en cualquiera de sus variadas formas está muy bueno. Pero más allá de cuestiones como el gusto, el sushi cuenta con muchas propiedades para convencer a cualquiera: bajo en grasa y calorías, de fácil digestión y muy nutritivo.

No en vano, este plato tradicional japonés se basa en ingredientes como arroz aliñado con vinagre, pescado crudo, verduras y mariscos. Las guarniciones y salsas (jengibre, wasabi...) también cuentan con importantes beneficios para nuestra salud.

El pescado fresco y el arroz con vinagre son dos alimentos de fácil digestión con un alto índice proteico y bajos en grasas. Además, las raciones de sushi también son bajas en calorías y, dada su forma (presentadas en raciones de no mucho más que un bocado) y la forma recomendada de tormalo (con palillos o al menos con cubiertos no metálicos) consigue que se consuma de manera lenta e invita a saborearlo bien. Masticar despacio y saborear bien los alimentos, además de buenos hábitos, nos ayuda a disfrutar aún más de la comida.

El pescado nos ofrece un importante y necesario aporte de vitaminas, minerales y ácidos grasos como el omega 3 y omega 6. Nutrientes básicos para un buen desarrollo celular y que favorecen tanto la digestión a la vez que sirven de refuerzo a nuestro sistema circulatorio. El salmón o el atún son dos opciones muy recurridas y realmente sanas. Además, el alga nori que se suele utilizar en la elaboración del sushi cuenta con otros importantes valores nutricionales: gran aporte de vitaminas A y B y de yodo siendo además un alimento libre de grasas.

Y como guinda a una comida tan completa nos encontramos las verduras que nos ofrecen grandes cantidades de vitaminas y fibra.

Como acompañamiento es muy frecuente el uso de jengibre, gran antiséptico natural que ayuda a reforzar nuestro sistema inmunológico, o la salsa de soya muy rica en hierro, magnesio, potasio y proteínas.

Si todas estas razones nutritivas y mi opinión sobre el buen sabor del sushi no te han convencido, creo que el gran aspecto y lo vistoso que resulta un plato de este alimento quizá acabe por hacer el resto:





lunes, 12 de octubre de 2015

Alimentos procesados: qué son y por qué deberías evitarlos

Este post es diferente a lo acostumbrado. Normalmente, en estanislaoberruezo.blogspot.com nos centramos en compartir alguna receta o hablar sobre un plato concreto pero este artículo es mucho más global y trata sobre los alimentos procesados en general. Qué son y por qué habría que limitar su consumo.

¿Qué son los alimentos procesados?


Para conseguir una dieta sana, es importante saber reconocer qué alimentos son los que más nos conviene tomar y cuáles deberíamos evitar o, al menos, reducir su consumo a límites razonables. Sin duda, alimentos como refrescos, pizzas congeladas o bollería industrial están dentro de esos productos cuyo consumo no es altamente recomendable tal y como se trata de explicar en las siguientes líneas y en otros artículos similares como el publicado por Miriam Marta Andrés Calleja en lookandfashion.hola.com/elrincondemiriam.

Los alimentos procesados son todos aquellos modificados mediante algún proceso físico o químico con el fin de modificar alguna de sus propiedades (aroma, sabor...) o mejorar su periodo de conservación antes de ser consumidos. Es el caso de alimentos enlatados, congelados o comidas preparadas.

Estos tipos de productos suelen contener cantidades de grasa, azúcares y/o sodio mucho mayores de las que se encuentran en los productos frescos. Este es precisamente el problema. Un par de latas, una pizza congelada o cualquier otro plato precocinado nos puede sacar de un apuro pero su consumo no debería ser norma general en nuestra dieta.

Durante los tratamientos y procesos a los que se someten este tipo de productos modifica su composición nutricional algo que por norma general se traduce en un menor aporte de fibra, agua, sales minerales y vitaminas. 

Los alimentos frescos aportan menos cantidades de sodio y mayores de potasio, algo que se invierte en los alimentos procesados con el perjuicio que puede acarrear para nuestra salud un elevado consumo de sal. Algo que también ocurre con azúcares y grasas, mucho más presentes en platos precocinados que en el mismo plato cocinado por nosotros mismos.

Esta mayor presencia de sal o azúcares en detrimento de otros micronutrientes más importantes para nuestro organismo está pensada para producir una sensación más placentera al ingerir estos productos. Unas sensaciones que no nos deberían ocultar los inconvenientes que producen y es que están relacionados con una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades como diabetes, hipertensión y obesidad, entre otras muchas.

Tipos de alimentos procesados

  • Alimentos ligeramente procesados. Se trata de productos que se manipulan para facilitar su consumo pero sin ningún ingrediente añadido. Es el caso de frutos secos como nueces o almendras sin cáscara o hortalizas como lechugas lavadas y cortadas listas para su ingesta.
  • Alimentos tratados. En esta categoría se incluyen productos sometidos a algún proceso tecnológico. Por ejemplo, alimentos congelados o cocidos como latas de atún, verduras congeladas...
  • Alimentos con ingredientes añadidos. Aquí nos encontramos con alimentos a los que se le añaden ingredientes para alterar alguna de sus propiedades o potenciar su sabor. Dentro de este grupo incluimos edulcorantes, colorantes y conservantes muy habituales en salsas preparadas.
  • Alimentos con un importante procesamiento. Son productos sometidos a un alto nivel de procesamiento y que son aptos para su consumo inmediato: cereales azucarados, embutidos, patatas fritas, galletas...
  • Alimentos con un alto grado de procesamiento. Aquí nos encontramos productos y platos listos para calentar en el horno y microondas com pizzas congeladas.

Reduce el consumo de estos productos

Una de las mejores decisiones que se puede tomar es el de limitar este tipo de productos en nuestra alimentación. Solo en el momento en que en tu cesta de la compra lo que predominen sean alimentos frescos podrás deducir que vas por el buen camino.

Cambiar de hábitos y rutinas no es sencillo pero realmente merece la pena. En portalesmedicos.com/blogs/estanislaoberruezo cuento mi propia experiencia llevando a la práctica una dieta libre de alimentos procesados.

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jueves, 27 de agosto de 2015

Mis tres vinos blancos de este verano

El verano es una época que se presta mucho a las reuniones sociales y a las comidas frescas. Y, mi bebida estrella para esta época es la cerveza.

Cuando el calor aprieta, una buena caña de cerveza rubia es lo que mejor sienta. Por cierto, otro día dedicaré un post a las cervezas artesanas. Este verano viajé a Peñíscola y me hice con varias botellas de cerveza Badúm pilsen, de trigo y de alcachofa. Sí, lo de la cerveza de alcachofa me llamó mucho la atención pero esa historia tocará otro día.

Porque hoy, a pesar de que haya empezado hablando de cerveza, quiero hablar de vino. En concreto de tres vinos blancos que he descubierto estas vacaciones y que me han gustado mucho. Para acompañar una paella en la playa o un aperitivo de marisco, nada mejor que un buen vino blanco fresco.

Un albariño no puede faltar

Los albariños son un clásico. Por casa siempre tenemos alguna botella pero cuando salimos y no queremos arriesgar nos pedimos alguno.

Uno de los que más me ha gustado de los que he probado este verano ha sido un Liñar de Vides de las Rias Baixas. Servido muy fresco nos alegro un aperitivo que dejaba que desear y no llegaba a la altura de este gran vino.

Si te gusta el vino blanco, acierto aseguro.



Vis a Vis y Yllera 5.5: dos verdejos frizzantes

Para aperitivos más ligeros creo que el Vis a Vis, un verdejo fizzante de Castilla y León es una elección excelente. Tiene un toque carbónico muy ligero y fino.

Es un vino muy suave (solo tiene 6º) que marida muy bien con el marisco y el pescado. De hecho, probé este vino con una dorada y es una de las comidas que mejor recuerdo me dejó de las vacaciones. Este vino tiene mucha culpa de ello.



Y el último de los descubrimientos de este verano fue el Yllera 5.5, otro verdejo frizzante pero incluso más fino y suave que el anterior. Solo puede decir que me encantó. Tanto que tomamos un par de botellas tomando una paella y al día siguiente repetimos pero lo dejamos para un postre de chocolate. Y casa igual de bien con un arroz a la banda que con un postre. 

Sin duda, una de las joyita. Bueno, nos gustó tanto que en cuanto volvimos a casa de las vacaciones, buscamos por todos sitios algún establecimiento donde lo tuvieran. Afortunadamente, no tuvimos que buscar mucho.

Por cierto, para las largas sobremesas de las que aún puedas disfrutar este verano te recomiendo un gin-tonic diferente con fresa y aroma de coco del que aquí puedes ver como se prepara. Seguro que sorprendes a tus invitados.

miércoles, 15 de julio de 2015

Platos de verano

Hoy traigo un post atípico y que se sale totalmente de la estructura habitual de las publicaciones. La temática no varía y seguimos hablando de comidas pero en lugar de presentar una receta y su elaboración traigo una recopilación de platos ideales para combatir estos días de calor.

Una de mis primeras recomendaciones coincide con que se trata de un plato conocido por estos lares...sí, se trata, como no de un gazpacho andaluz al estilo de Estanislao Berruezo. Un plato fresco, rápido de preparar, sano y muy rico. ¡Ah! Y económico, que también es importante.


En los meses de verano la popularidad de las ensaladas crece exponencialmente. Yo soy muy partidario de las ensaladas de pasta y también de arroz. Una ensalada de arroz con atún, por ejemplo, puede ser un plato idóneo para preparar un día que tenemos prisa o para llevar a la piscina y/o playa y asegurarnos una buena comida, con gran sabor y variada.

En saborgourmet.com se puede encontrar una receta muy interesante.

Claro que si alguien piensa en la comida estrella del verano no se puede obviar que el helado tiene todas las papeletas para alzarse con ese título. Claro que, ya que vamos a preparar nuestro propio helado ¿por qué no salirnos de lo habitual y ser un poco originales? 

En la cocina hay que ser atrevido y no tener miedo de experimentar y probar por eso es recomiendo estas dos recetas: un helado de café y un granizado de coco, ambas adaptadas a una dieta vegana. Ya que la alimentación vegetariana y/o vegana está el alza, mejor estar preparado por si tenemos amigos o familiares que sigan este tipo de alimentación.


Y aún nos falta el colofón. Las vacaciones se prestan mucho a largas sobremesas. Es lo bueno de estos días de relax: no hay prisas y podemos alargar las comidas y las charlas de sobremesa tanto como el cuerpo aguante. Un acompañante ideal para esos ratos podría ser una copa. Podría recomendar un cocktail tipo mojito o caipirinha pero yo soy mucho más clásico y opto por una opción más sencilla: un gin-tonic.

En el tema gin-tonic cada uno tiene sus propias manías: hay quien tiene su ginebra o tónica feticha, una piel de limón o de naranja, añadir algún tipo de especie o hierba...bueno, yo os dejo una versión de este clásico combinado con la que podéis sorprender a vuestros amigos: gin-tonic con fresa y esencia de coco.

sábado, 4 de julio de 2015

Recetas de verano: gazpacho andaluz

Una de las recetas más típicas cuando llega el verano es el gazpacho andaluz. Nada tiene que ver con los gazpachos tradicionales de mi tierra (Albacete) pero en casa no arranca el verano hasta que se prepara el primer gazpacho. Este plato es una forma muy refrescante de tomar verduras, siguiendo con la temática del último post: Verduras, verduras y verduras.

Uno de los problemas de una receta tan conocida y casi icónica es que en casi cada casa se prepara de una manera diferente. Es como el parchís, que en tu casa se juega con unas reglas pero en la casa del vecino son otras reglas distintas.

El caso es que, la receta que yo suelo seguir es la más tradicional, es decir, la del gazpacho andaluz clásico con su pan, tomate, pepino y ajo. Pero basta de preámbulos y pasamos ya a la receta.



Ingredientes

Para un litro -más o menos de gazpacho- se necesitan los siguientes ingredientes:

  • 1 kg de tomates rojos bien maduros
  • 1 rebanada de pan de unos 50 g.
  • 1 pimiento verde italiano
  • 1 poco de cebolla (100 g. más o menos)
  • 1 pepino pequeño
  • 1 diente de ajo
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 3 cucharadas de vinagre de vino blanco
  • 1 pizca de sal (al gusto de cada uno)
Como todas las recetas de las que hablamos en este blog, la preparación es bien sencilla para que un novato como yo pueda ejecutarla y le salga algo más o menos comestible.

El primer paso es, como no, lavar y escurrir bien las verduras que vamos a utilizar. Los tomates se pueden pelar, ya depende de cada uno. A mí, me gusta pelarlos aunque mi madre nunca los pelaba. 

Hecho esto, ponemos en la batidora el pan y los tomates cortados en trozos. Antes de seguir, hago una aclaración: el gazpacho se puede hacer también sin pan. En el caso de utilizar este ingrediente, hay que saber que, tal vez, el gazpacho nos quede con un color más anaranjado que rojo pero esto no deber preocuparnos lo más mínimo, se debe simplemente al uso del pan.

Limpiamos el pimiento, quitándole el rabillo y demás, y lo cortamos en varios trozos antes de echarlo a la batidora. Hacemos lo mismo con el diente de ajo, cebolla y pepino. Todo bien pelado y cortado en varios trozos.

Con nuestro vaso de batidora ya lleno, batimos todo hasta que no quede ningún trozo de verdura. Ahora es el momento de agregar el aceite, vinagre y sal. Yo suelo añadir primero el aceite y luego ir agregando tanto el vinagre como la sal hasta que quede como me gusta. Añado un poco, bato unos segundos y voy probando/rectificando ambos ingredientes hasta que quede bien.

Para conseguir una textura que nos resulte agradable se añade agua fría. Es importante que tras añadir un poco de agua volver a probarlo ya que si nos pasamos puede quedar demasiado aguado y habría que añadir algo más de vinagre y sal para que quede más rico.

Además de tener la manía de pelar los tomates me gusta colar un poco este gazpacho para que no queden pepitas del tomate ni ningún trozo de piel que se nos haya podido escapar. Hecho esto, solo queda meter nuestro gazpacho en la nevera.

A la hora de servirlo ya se puede hacer como cada uno prefiera. Yo suelo tomarlo simplemente en un vaso cuando estoy solo pero cuando tengo visita me gusta ponerlo en un plato hondo y acompañarlo de unos buenos cortes de jamón. Con muy poco trabajo podemos quedar muy bien ante cualquier invitado a casa siendo una receta apta para todas las personas, incluidos celíacos (basta con no utilizar pan o emplear pan sin gluten) y vegetarianos (una opción que está muy de moda y sobre la que puedes obtener algunos consejos básicos en este artículo de Estanislao Berruezo García).

Como se puede comprobar, el gazpacho andaluz es una receta muy fácil de preparar siendo ideal para estos días de calor con la gran ventaja de ser muy rica en vitaminas A, C y E así como proporcionar una importante cantidad de fibra y antioxidantes siendo de gran ayuda para mantener una dieta saludable.


domingo, 31 de mayo de 2015

Verduras, verduras y más verduras

Yo soy un tipo raro para comer. Me gustan los platos sencillos y que requieren poca elaboración. Es una manía tonta pero cuanto menos manipulado está un alimento, más me gusta.

Seguramente, solo es una tontería igual que otra aunque cualquier estudioso de la mente y la psicología pude establecer toda una teoría sobre ello...El caso es que, estamos justo en una época del año ideal para platos sencillos, ligeros y frescos con mucha verdura.

Me encanta la verdura (ya avisé que soy un tipo raro) y la fruta así que, aprovechando que a mi padre le gusta cultivar y tiene un pequeño huerto, durante estas semanas le visito a menudo. Además, de fortalecer los vínculos familiares obtengo grandes recompensas: calabacines, espinacas, bajocas, tomates, patatas...

Así que, casi cada noche puedo prepararme un buen plato con verduras frescas. Un día, tortilla con acelgas, otro queso fresco con espinacas o como hoy, un buen plato de verduras al vapor:

Verduras al vapor - Estanislao Berruezo

Difícilmente se puede preparar un plato más sencillo: bajocas, cebolla y calabacín al vapor. Se sirve en un plato y se aliña al gusto con aceite, limón y sal. Un acompañamiento ideal para un pescado blanco, por ejemplo.

También se le puede añadir patata o coliflor pero ya tuve esta mañana mi buena ración de lo primero y no tenía a mano ninguna de la segunda.

En este post no presento ninguna receta en particular pero sí me gustaría recalcar la idea de que hay que aprovechar lo que la tierra nos da estos meses. Son alimentos sanos, ricos y que se pueden conseguir en el mercado a un precio muy económico. De hecho, yo hasta me llego a plantear una dieta estrictamente vegetariana (Experimento: una semana con dieta vegetariana en Estanislao Berruezo blog) no solo por las ventajas que pueda tener este tipo de alimentación sino por ser más coherente con mi respeto por la vida animal.



viernes, 20 de febrero de 2015

Pastel de pollo: aprovechando el cocido del domingo

Hoy quiero presentar una nueva receta. Se trata de un pastel de pollo que bien podría llamarse como pastel de pollo pobre o pastel de sobras de pollo. Claro que, con esos nombres igual a alguno le tira para atrás y no es plan, porque realmente se trata de un plato rápido, fácil de hacer y rico.

Sé que existe un pastel de pollo que hay mucha gente que hace una forma parecida a la mía con la salvedad de la preparación del ingrediente principal, el pollo. Yo suelo hacer este pastel el día después que haya cocido en casa. En mi familia somos de buen comer y siempre se hace comida en cantidades importantes y suele sobrar bastante pero como tirarlo sería delito hemos tenido que aprender a "reciclar".

Pastel de pollo al estilo Estanislao Berruezo

Para ejecutar la receta necesitamos los siguientes ingredientes:
  • Pan de molde
  • Pollo
  • Una cebolla pequeña 
  • Mayonesa
  • Huevo
  • Lechuga
La ejecución del plato es muy sencilla. El primer paso consiste en desmigar la carne de pollo que nos haya quedado del cocido del día anterior. Evidentemente, a quien le guste la receta puede utilizar pollo asado o cocinar el pollo a su gusto. El caso es que una vez que lo tenemos en trocitos pequeños se echa a una sartén y se le da un par de vueltas en la misma. En este paso también le añadimos cebolla.

Como el pollo ya está cocinado, solo se pasa por la sartén para dorarlo un poquito y cocinar la cebolla. Una vez tenemos preparado este pollo solo nos queda montarlo en el pan.

Se coloca una rebanada de pan de molde.Yo utilizo esas rebanadas largas que se suelen emplear en wraps y otros bocadillos similares. Sobre este pan se coloca nuestro pollo caliente y se cierra con otra rebanada de pan. Sobre esta cobertura de pan se pone un poco de mayonesa, lechuga cortada en finas tiras y un huevo rallado.

¿Fácil no?


El pollo de cocido me encanta y así, con un golpe de sartén con cebolla queda riquísimo. Además, me parece una forma muy fácil de aprovechar las sobras y preparar una merienda-cena sabrosa y muy rápida de hacer.